Para esta sesión fotográfica del segundo embarazo de Claudia nos dirigimos a esta poco concurrida playa de Valparaíso, muy cercana al sector de Recreo (Viña del Mar), donde alojaba esta familia de Santiago por el fin de semana. Con 34 semanas de gestación, esta mamita quería fotografiarse en la playa – específicamente en la arena, elemento que formó parte fundamental de su trabajo como geógrafa durante varios años.
La primera vez que Claudia estuvo embarazada, tenía todo listo para su sesión de fotos (con peinado y todo) y llegó Javiera, un poquito adelantada. Por eso esta vez quiso asegurarse y realizar su sesión fotográfica con tiempo, para no tener sorpresas de último minuto. Aprovechamos el sol de un caluroso día de verano en Valparaíso para tomar estas sensuales fotos en la arena. Con esto nadie puede decirme que las embarazadas no son sexy.
Un par de veces nos pilló el agua, ¿cierto Claudia? Pero nos reímos y reubicamos cuantas veces fue necesario con la agilidad que el atletismo y varias maratones le han dado a esta madre de dos princesitas. Sí, la de la pancita también es niñita, y se llama Josefa (nació exactamente un mes después de que tomamos estas fotos, el 27 de marzo).
Arriba, una de mis tomas favoritas en la playa: el pelo al viento. Y abajo, la silueta puntillista desenfocada de mi primera mamita embarazada en bikini. Perfecta.
Ah! ¿Ustedes creían que era sólo la Claudia? Pues no señores. Les presento a Julio, papá de las princesitas y afortunado esposo de esta hermosa mujer. Esa sonrisa lo dice todo.
Y ésta es la Javi :-)
Nos costó convencerla de que pisara la arena porque cuando llegamos había una medusa, y a mí no se me ocurrió nada mejor que decirle que tuviera cuidado. Para otra vez ya se… Pero igual que otras veces, yo había traído maquillaje de fantasía para pintar la pancita, y con eso logramos, poco a poco, convencerla de participar en la sesión de fotos.
¿A quién no le gusta la pintura a dedo? Es lo máximo.
Después de limpiar la pancita le dimos muchos besitos a la hermana. Incluso besos de película, con patita levantada.
Durante un descanso vimos pasar estos pelícanos volando, ¡me encantan! Y me encanta la cara seria que ponía la Javiera cada vez que yo le pedía que me mirara. Después entendí que esta niña tiene dotes de actriz, y que para que sonriera, bastaba con pedírselo. Ah! No sé si a alguien le gustan los números… pero ¿se fijaron que hay 9 pelícanos en el aire? La Josefa nació un 27, ni que hubieran sabido los muy pillos.
Algunas de la familia reunida, y de papá con sus tres mujeres. ¿Ven que la Javi sonríe a pedido? Ya bueno, el pareo rosado y las cosquillas de mamá pueden haber tenido algo que ver con esa sonrisa también, hay que reconocerlo.
Y con esta última foto de amarillo saturado me despido del verano 2012 (¡snif!), esperemos que el invierno sea corto para volver pronto a la playita. Mientras tanto tengo unas super ideas para las embarazadas de invierno :-)
