Llegué al departamento de Paulina y Claudio en Jardín del Mar temprano un miércoles de mayo. Con menos de una semana de anticipación, habíamos acordado realizar esta sesión de fotografías de embarazada comenzando dentro de casa, para luego salir a los jardines del condominio y finalizar en alguna playa de Viña del Mar. Tomás Alejandro, el primer hijo de este matrimonio de ingenieros informáticos, tenía en ese entonces 37 semanas de gestación.
Empezamos con algunas tomas en el living. Una de las riquezas de fotografiar a las personas en sus hogares está en poder incorporar en un retrato los objetos de su entorno: las texturas, los colores, las superficies y materiales con que conviven muchas veces reflejan un poco de su personalidad, o el momento que están viviendo.
Otro beneficio de trabajar a domicilio está en poder echar mano a accesorios como este precioso anillo en forma de cala (del diseñador Rocco Napoli) que Paulina tenía entre sus joyas. Sumen a esto la perfecta redondez del vientre materno y el detalle de una exquisita manicure francesa y… voilà!
Arriba, el instante mágico en que ambos padres pueden sentir a su bebé moviéndose dentro de la guatita.
Paulina practica el yoga hace algunos años, y nos pareció una hermosa idea dejar plasmado en una imagen este momento en que su cuerpo y su mente están profundamente conectados con los de su hijo; un momento en que, en completo silencio y concentración, la madre puede sentir dos corazones latiendo en su interior. A continuación incorporamos también a Claudio en un abrazo a su mujer.
Los aros de Paulina son obra de la diseñadora Ximena Padilla, también del taller Ocho Orfebres de Valparaíso.
Antes de que Paulina se abrigara para salir, le pedí que tomáramos estas últimas fotografías en la habitación que junto a su marido habían destinado para recibir a su pequeño Tomás en un par de semanas. La de arriba, con las plantitas del balcón, es una de mis favoritas de esta sesión.
Para esta pareja era muy importante esta imagen al borde de la piscina, pues aquí se casaron y atesoran una serie de fotos de ese día que fueron tomadas en este mismo lugar.
Después nos fuimos a la playa. Elegimos la playa El Sol, que es la que está a un costado del Muelle Vergara, pues mi intención era ver si podíamos sacar algunas fotos debajo del muelle. Antes de intentarlo, retraté a esta pareja de futuros padres paseando por la arena.
Y a Paulina con el mar y Valparaíso de fondo…
Finalmente, gracias a que la marea y el tiempo nos acompañaron, pudimos hacer estas imágenes debajo del muelle.
Las olas que rompían y entraban por este túnel con gran estruendo y velocidad eran todo un espectáculo. Cuando estaba editando pensé que quizás así se siente estar a punto de tener un hijo… como una ola gigante de emoción que se viene encima. Tomás llegó al mundo un 4 de junio cambiándoles la vida para siempre a estos padres. Estoy segura que trajo consigo un mar de dicha y felicidad a su nueva familia.
