El 16 de febrero a las 9:40 de la mañana en la Clínica Ciudad del Mar de Viña del Mar, llegó al mundo esta hermosa mujer. Bruna Michela es la segunda hija de Francesca y la nueva hermanita de Piera, cuyo nacimiento documenté hace tres años en el mismo lugar. Esta vez tuvimos menos espacio, debido a que compartíamos la pequeña salita con un varoncito nacido minutos antes en la sala de partos contigua (¡fui testigo de dos comienzos a la vez!).
Siempre me ha fascinado el hecho de que los pulmones no han funcionado hasta que el bebé respira oxígeno por primera vez. En un hecho tan simple, pero a la vez maravilloso, el cuerpo humano activa las funciones para las que ha sido diseñado cuidadosamente durante nueve meses. Fotografiar las primeras bocanadas de aire de un recién nacido es casi como documentar sus primeros pasos, un acto sencillo y cotidiano una vez aprendido, que sin embargo significa un inmenso logro de la vida.
Cuando hubo más espacio en la salita, papá hizo su entrada. Habíamos estado juntos en la misma situación hace tres años, por lo que fue inevitable comparar los nacimientos de estas dos hermanitas. Mientras Piera abrió sus ojitos a los pocos minutos de vida, Bruna los mantuvo cerrados, y costó que se aferrara a los dedos de su padre. Me pregunto si estos primeros minutos serán indicadores de cómo serán estas hermanas en el futuro… Fran, ¡me tienes que contar!
Brunita poco antes de su primer enjuague de pelo, necesario para vestirla.
Por más que Antonio intentaba que Bruna lo mirara, ella no quería abrir sus ojitos. Una vez que la terminaron de vestir, se quedó profundamente dormida. Parecía estar agradecida de que finalmente la dejaran descansar.
Arriba y abajo, papá e hija, de cerca y de lejos.
