El 3 de diciembre de 2008 esperé pacientemente afuera del pabellón junto a la madre de Francesca, a que diera a luz a su hija Piera Caterina. En la Clínica Ciudad del Mar me permitieron el ingreso al exámen físico donde Piera compartió sus primeros minutos de vida con su papá.
Para mí es un gran honor ser testigo del primer contacto de un padre con su primogénito, y siento un profundo agradecimiento por las familias que me han permitido compartir este momento tan especial con ellas. Francesca quiso regalarle un poster con fotos de la recién nacida a cada abuela: lo puedes ver en este artículo.